14.2.08

Partes de guerra social (nº 21)


Colectivo Nuevo Proyecto Histórico




"La lucha de clases contra las clases dominantes dentro de las fronteras de los estados burgueses, y la solidaridad internacional de los obreros de todos los países, son dos normas de vida, inherentes a la lucha de la clase obrera, y de importancia histórica mundial para su emancipación. No hay socialismo sin solidaridad proletaria internacional, y no hay socialismo sin lucha de clases. El renunciamiento a la lucha de clases y a la solidaridad internacional por parte del proletariado socialista, tanto en paz como en la guerra, equivale al suicidio. La actividad del proletariado de todos los países, tanto en la paz como en la guerra, debe ponerse a la altura de su tarea suprema: la lucha contra el imperialismo y la guerra. La actividad parlamentaria y sindical, como cualquier otra del movimiento obrero, debe subordinarse a este fin, de modo que el proletariado de cada país se oponga de la manera más tajante a su burguesía nacional. (..) La misión inmediata del socialismo es la liberación espiritual del proletariado de la tutela de la burguesía, que se expresa a través de la influencia de la ideología nacionalista. (..) el palabrerío hueco del nacionalismo es un instrumento de la dominación burguesa".

Rosa Luxemburgo


"Los que planearon la masacre
en el Puente Pueyrredón,
como segunda opción nos metieron elecciones.

Pero el Fondo Monetario sigue reclamando:
Que la corten con los piqueteros.

Con las empresas con control obrero,
Asambleas vecinales.

Con todo aquello que al gigante lo levante
y lo apuntale.

Y lo tire pa´delante.

Porque el gigante no duerme
solo espera
para seguir en la pelea.

Y cuando avanza no recula.

La izquierda trucha se desnuda
y se lo lleva puesto a Lula.

Y hasta Fidel metió la mula:
Elogió que la candidatura
de Menem quedó nula.

Pero su boca estuvo muda
para rescatar la forma con la que se le patió
el ojete a De la Rúa".

Las Manos de Filippi


"Sin embargo, en la locura que el dolor genera, un placer, una esperanza, un amor todavía germina: la venganza. (..)Por lo tanto pienso que la venganza de aquellos que tienen el coraje de encarnarla, debe ser amplificada en el dispositivo colectivo que denomino justicia por mano propia. (..) Nuestro mundo es éste, el mismo que nos da la espalda, por no decir que nos muestra el culo. La militancia tiene dolores que las academias ignoran. De nuestros dolores aceptados, de nuestras venganzas consumadas, de nuestros odios expresados, es posible que se abra una nueva instancia germinadora. (..) porque seguimos vivos y porque estamos muertos. (..) quizá permita superar la propuesta de Oesterheld del "héroe colectivo" para un tránsito al "colectivo de héroes". Aquellos que están dispuestos a sostener el dolor para construir una nueva dimensión del placer.

Como escribió Rodolfo Walsh, "del placer moral de un acto de libertad".

Alfredo Grande





La multitud no compró la estafa de presentar al kirchnerismo como los herederos del 19 y 20. Llegaron a la Transversalidad una década tarde, y la Concertación fue un mero enjuague para juntar los pedazos del sistema de partidos que explotó en el 2001.


Good bye Frente Para la Victoria (FPV), de los impostores. Están a la derecha del propio Frepaso. Volver al Partido Justicialista (PJ): un partido decrépito, clientelar, sin principios y criminal.


A la fragmentación de la clase obrera, que se desprende de la subsunción real de la multitud como fuerza de trabajo irrepresentable en el Capital, le corresponde, de manera inversamente proporcional, la proliferación de cada vez más partidos que buscan representarla. Nunca fue más apropiado, que bajo el postfordismo postdevaluatorio, denominar a la Classe Política como una Nueva Clase, una superestructura absolutamente divorciada de la infraestructura del trabajo. Una representación política cada vez más irrepresentativa del sujeto social. El 80% de la fuerza de trabajo no está representada por la CGT, y a esto le corresponde 615 partidos que se presentaron el 28 de octubre de 2007 para representar lo irrepresentable. Por lo tanto, el permanente aumento de la abstención electoral, como éxodo del trabajo de un sistema político irrepresentativo, es su lógica consecuencia.


El país "normal" bajo la Simulocracia de la representación popular es = Fraudocracia del poder de la multitud. Un país "en serio", en la posmodernidad kirchnerista y peronista, implica, el fraude electoral para construir un fingida legitimidad. Los acoples, neolemas y colectoras hacen que la legalidad electiva sobrevenga ilegalidad. Como en EE.UU. y en México, se fraguan resultados, se destruyen boletas de las fuerzas opositoras, y se apela a los procedimientos mafiosos amparados desde el gobierno y la justicia.


La vuelta al PJ resulta la demostración más clara que, con el 30% real del total del padrón que sacó el FPV en las presidenciales del 2007, no pueden gobernar. Siguen en campaña permanente. No se pueden tomar un respiro porque la fortaleza simulada del kirchnerismo, en realidad, encubre su debilidad. Ya no se atreven ni a mantener los índices estadísticos del propio estado burgués. La crisis exógena del Capital y sus consecuencias endógenas en la lucha de clases de cada país, la inflación del 30%, el empleo del trabajo que empobrece como nunca a la multitud en el precariado y el working poor, un estado más endeudado que con De la Rúa, el pago de más deuda pública que con Menem, y el "boom del consumo" que solo alcanza a un tercio de la sociedad; resulta complementado, con la vuelta del kirchnerismo al PJ. El Frente Para la Victoria, de los justicialistas, se prepara para desarrollar su tarea de partido del orden (capitalista), contra el conflicto social que detona su política. Como en los '90, si hay lucha social, gremial y política, el sistema no cierra sin represión. Después de la desaparición de la UCR asesina en el 2001; para reprimir a las masas, desde la expulsión de Perón a los montoneros en 1974, las Tres A, el Operativo Independencia de 1975 y la Masacre del Puente Pueyrredón en el 2002, no hay como el PJ.


Los Kirchner = PJ+CGT = 30% de los votos+20% de toda la fuerza de trabajo. Una ficción de neokeynesianismo, solo apto para entregar el 2% del PBI, o el 25% de toda la recaudación fiscal, en subsidios al Capital. En 2007 el Estado del Capital le regaló a los empresarios otros $16.200 millones, un 90% más que durante el 2006. Toda una redistribución regresista de la riqueza: darle más a los que más ganan. Un post-peronismo para sostener la reproducción ampliada del Capital desde el estado, y robarle más a los que menos tienen. Este es el "Proyecto Nacional en disputa" de Tumini. Una disputa que fue dirimida en favor del Capital, la CGT y el PJ.


O el "Nuevo Proyecto Nacional", es un Nuevo Proyecto Histórico de la Multitud, una democracia de base y anticapitalista, o la democracia Capital-Parlamentaria es menos de lo mismo.


Tumini, tus sueños capitalistas nacionalistas, son las pesadillas de la liberación social del trabajo.

2.2.08

Carta abierta de un republicano al príncipe Felipe en su cuarenta cumpleaños


Jaume d'Urgell
Gara
Aquí se emplea la palabra «presidente» para llamar a lo que en realidad es un primer ministro o un jefe de gabinete, no un auténtico presidente, porque en el 97% de los países presentes en la ONU los presidentes poseen funciones que aquí usurpa tu padre

Felipe, ¿Qué se le puede desear al hijo del cómplice de un dictador que se asoma a los cuarenta años? Que tenga un poco de respeto democrático, naturalmente, como a cualquier otro autócrata armado. Eso es lo primero. En un país donde no se puede elegir al Jefe de Estado, los dictadores militares -asesinos o no-, son, ante todo: insolentes que viven del trabajo ajeno.

Tú, como tu padre, que siempre ha llevado a gala el despilfarro a costa de nuestro esfuerzo, me permitirás antes que nada, que ignore expresamente el protocolo con el que los de tu estirpe tratan de evadir la ignominia que les rodea, para expresarte mi deseo de que restituyas cuanto antes todo lo que nos habéis quitado y te pongas a trabajar, que ya empiezas a tener edad.

Al escribirte hoy, estoy felicitando a toda una generación, Felipe, la generación anterior a la mía, una generación de gente extraordinariamente formada, que sin embargo, no sabe lo qué es elegir a un presidente y que nunca sintió extrañeza de emplear esa palabra, «presidente», para llamar a lo que en realidad es un primer ministro o un jefe de gabinete, pero no un auténtico presidente, porque en el 97% de los países presentes en la Asamblea General de las Naciones Unidas los presidentes de verdad poseen funciones que aquí usurpa tu padre. Por ejemplo, el mando de las Fuerzas Armadas (CE, art. 62. h).

La mayoría de los jóvenes de hoy no tiene ni un recuerdo de aquel día en que tu padre, en nuestras Cortes, rodeado de obispos y militares como él, juró fidelidad a las leyes franquistas, accediendo así a la última voluntad del anciano genocida y obteniendo esa ostentosa y extemporánea corona, que jamás será tan bella como una urna de metacrilato, repleta de sobres de papel, depositados sin miedo, ni límites, ni engaños. La democracia que los amigos de tu padre lograron destruir, no tuvo nada que ver con el régimen que hoy vivimos, ni con la república que hay por delante. Esta generación, sobrelleva un país privatizado y neoliberal. Producto de siete décadas de gobernar de espaldas a la ciudadanía, pervirtiendo por completo nuestro derecho a participar en los asuntos públicos. Esta prepotencia forma parte del estilo ético de tu familia: una infamia labrada a través de siglos de miedo, sangre, impunidad y un desmedido afán por el dinero de los demás.

La mayoría de los españoles creció padeciendo un engaño masivo que se iba asentando, al abrigo del ruido de sables, la desinformación y leyes que causan sonrojo entre juristas de otros países. Tú y yo, al igual que otros compatriotas a la fuerza, nos hicimos adultos en una sociedad que, después de siete décadas de contemplar como un militar manosea su más alta magistratura, empieza a estar harta de todo. Hemos madurado en un país que se avergüenza de sí mismo, que se ha acostumbrado a omitir su nombre y sus símbolos, llenos por siempre de ignominia y sectarismo, después de que se los apropiara el ex jefe de tu padre. Y ahora tú, al revés de los demás ciudadanos, pretendes disfrutar de un poder que no te corresponde.

Hasta ahora, has gozado sin trabajar, de caprichos que a los demás, trabajando, les están vedados. Tú, supuesto máximo exponente de lo público, no has dudado en optar por la sanidad privada siempre que te ha hecho falta, y lo has hecho, por supuesto, con nuestro dinero.

Pero esta sociedad, que acumula setenta años consecutivos de opresión, está empezando a tomar conciencia de su potencial, de la fuerza de una población de 45 millones de ciudadanos, que son eso: ciudadanos, no súbditos, y lo sabemos, a tu pesar. Cada vez somos más, quienes somos conscientes de nuestra ciudadanía. Sabemos que este potencial puede y debe convertirse en una verdadera democracia, para poner el Estado al servicio de quienes, por culpa de sujetos como tú, sufren la cara amarga de la avaricia ilimitada. Es el esfuerzo conjunto de la ciudadanía lo que puede determinar, modificar y mejorar el destino de un país.

Tu padre siempre ha sido un soldado franquista, y por eso quienes compartían sus formas y objetivos creían que su hijo podía tener el mismo destino... de no ser por la eclosión del espíritu crítico en pro de la tercera República. Juan Carlos acaba de cumplir setenta años... tantos como tiempo hace que nuestro país de países dejó de ser una democracia, para convertirse en esto que ahora es, de la mano de monstruos terroristas, que vestían igual que vosotros y tenían igual respeto por nuestro anhelo de votar en libertad, sin trampa ni Borbón.

Supongo que, para los que son como vosotros, esa es la verdadera medida del éxito: llegar a viejo tras una vida entera de lujo, pompa y boato, sin haber trabajado ni un solo día. Gozando siempre a costa de obligar a todos a profesar un credo absurdo: el de la monarquía, o el arte del despotismo y la usurpación de lo público y ajeno, a través de las armas y leyes que avergüenzan al Derecho.

Feliz aniversario, Capeto. Hazme caso: saca tus manos de nuestros asuntos públicos. No sé qué tendrá la corona, que sea capaz de haceros perder la cabeza. ¡Salud y República!

(*) Jaume d'Urgell ha sido condenado recientemente por cambiar la bandera rojigualda por la enseña republicana española en un edificio oficial en Madrid. Esta carta está inspirada en una misiva similar escrita por Rodríguez Zapatero.