27.12.06

Fidel no tiene cáncer, dijo su médico

A su regreso a España después de revisar al ex presidente cubano durante 90 minutos, el cirujano García Sabrido aseguró que Castro no padece de ninguna enfermedad maligna, pero que su posoperatorio se complicó por la avanzada edad del paciente, que está “lucido y ágil”.

Por Oscar GuisoniDesde Madrid
A su regreso de Cuba, en donde atendió personalmente a Fidel Castro, el médico español José Luis García Sabrido rompió el silencio que muchos suponían que iba a guardar acerca de la salud del mandatario cubano y reveló ayer en Madrid, en conferencia de prensa, que Fidel no tiene cáncer, sino que se recupera con dificultad de la operación a la que fue sometido el pasado mes de julio.
El prestigioso médico, jefe de cirugía del hospital madrileño Gregorio Marañón, habló contra todos los pronósticos que aseguraban que el gobierno cubano le había exigido secreto cuando el pasado jueves se dirigió a la isla con el propósito de asistir a Fidel Castro.
Según García Sabrido, Fidel fue sometido a una gravísima operación el 31 de julio que luego se fue complicando, no porque Castro sufra de cáncer, como muchos especulan, sino porque el posoperatorio resultó más complicado de lo esperado debido a la avanzada edad del líder cubano. El médico español no quiso abundar en detalles, aunque afirmó que Fidel mantiene una excelente actividad intelectual y que su rehabilitación es, más que nada, muscular y nutricional. “No tiene ninguna enfermedad maligna”, afirmó. De hecho, García Sabrido es uno de los mejores especialistas españoles en operaciones de tumores del aparato digestivo, razón por la cual habían comenzado a circular rumores acerca de la necesidad de que Castro se sometiese en los próximos días a otra operación. El reconocido cirujano contradijo ayer esas especulaciones, afirmando que Fidel no necesita otra intervención, sino que se está recuperando lenta y paulatinamente. “Examiné al presidente Castro durante una hora y pico, alrededor de 90 minutos, y lo encontré muy lúcido, muy amable, ágil y simpático”, manifestó el cirujano. Su situación, manifestó en otro momento, es “estable” y “en recuperación”, por lo que García Sabrido no ha pedido “ningún cambio sustancial en su tratamiento”. Es la primera vez que éste tenía ocasión de tratar profesionalmente al jefe del Estado cubano, aunque con anterioridad lo había hecho con otros altos cargos del régimen castrista, cuya identidad rehúsa revelar amparándose en la confidencialidad médico-paciente.
La enorme credibilidad con la que cuenta García Sabrido en los círculos científicos españoles hace que esta información acerca de la salud de Fidel sea la más confiable que se ha hecho pública en los últimos meses, más allá de los escuetos comunicados del gobierno cubano en los que se afirma con insistencia que el mandatario caribeño se recupera con lentitud, pero sin recaídas. El médico español afirmó incluso que si Fidel quiere podrá volver al poder luego de su rehabilitación, aunque sostuvo que ésa es una decisión personal de Castro sobre la que él no tiene ni puede dar más detalles.
Castro no ha sido visto en público desde hace cuatro meses y medio y las últimas imágenes en las que apareció se remontan al 28 de octubre pasado, cuando se lo vio dando unos pasos por su habitación y leyendo el periódico del día. La ausencia de información fue interpretada el pasado 15 de diciembre por John Negroponte, jefe de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, como una confirmación de que el líder cubano moriría en los próximos meses.
La conferencia de prensa del doctor García Sabrido despertó incluso algunas tormentas políticas en la Comunidad de Madrid. Su presidenta Esperanza Aguirre, una de las damas de hierro del Partido Popular, se mostró indignada con el hecho de que un médico de la Sanidad Pública española haya tenido que prestar ayuda “al dictador cubano”.
El doctor García Sabrido explicó que su viaje había sido a título personal, ya que mantiene desde hace años una intensa colaboración a nivel profesional con la isla. El cirujano explicó que, ante un pedido del gobierno cubano, había pedido licencia en el hospital antes de viajar y que su labor contaba con el consentimiento del Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Manuel Lamela. García Sabrido había viajado en un avión provisto por el gobierno cubano.
Ayer también se supo que el gobierno regional madrileño ha estado enviando desde junio medicamentos especiales para el tratamiento de Fidel a través de la embajada cubana en España, cumpliendo según Lamela con la labor de auxilio sanitario que es una obligación internacional. Es de suponer que la diplomacia española conocía esta información con anterioridad, aunque se desconoce si la administración Zapatero ha compartido estos datos con sus aliados europeos y americanos.


Un conocido doctor amigo de los cubanos
Por Jesús Duva *Desde Madrid

José Luis García Sabrido, nacido en Madrid en 1945, pasó su infancia y adolescencia en Talavera de la Reina (Toledo). Regresó a la capital de España para estudiar Medicina en la Universidad Complutense. Tras hacer estancias en Londres, hizo su tesis doctoral y prosiguió su formación en Montreal (Canadá). En 1990 fue pionero en la unidad de trasplantes del Hospital Gregorio Marañón. Hace dos o tres años, estuvo con el profesor Tanaka en Tokio y en Seúl para perfeccionar y desarrollar las técnicas de donante vivo hepático. Posteriormente se ha especializado en el tratamiento quirúrgico y radioterapéutico de dolencias oncológicas.
Casado y padre de dos varones y una adolescente de 14 años, siempre habla en plural. Como si él no fuera nadie si no es formando parte de un equipo. “Hace varios años, hicimos unos amigos comunes con un grupo de médicos cubanos y desde entonces mantenemos una relación muy interesante. El bailarín Antonio Gades, mi gran amigo, hizo que estos lazos se estrecharan”, explica cuando se le pregunta de dónde le viene esa afinidad hacia Cuba. Y asegura que hasta ahora no había tenido la oportunidad de conocer al “presidente Fidel Castro”, aunque había tratado médicamente a otros dirigentes cuya identidad se niega a revelar, amparándose en el secreto profesional.
¿Cómo se fraguó su visita al comandante Fidel Castro? “Aprovechando la estancia de unos médicos cubanos en Madrid, éstos me sugirieron la posibilidad de que yo pudiera ir a La Habana y dar mi opinión sobre el tratamiento que se le estaba dando al presidente. Volé a La Habana el pasado día 21 y estuve alrededor de una hora y pico con el presidente. Sólo estuve en Cuba 24 horas y después regresé a Madrid”, explica el doctor madrileño. Este, sin embargo, rehúsa dar más explicaciones sobre dónde y cómo fue la exploración a tan destacado paciente.
“Las autoridades madrileñas no pusieron ninguna pega a mi viaje. Como todo funcionario, estoy obligado a comunicar mi ausencia”, explica el cirujano.
Preservando al máximo la confidencialidad, el doctor García Sabrido asegura que “Castro no tiene ningún tumor maligno” y que “si su recuperación es absoluta”, podría volver a tomar las riendas del poder, que actualmente ha delegado en su hermano Raúl. Según el médico madrileño, la exploración a que él sometió al jefe del Estado cubano “no revela la necesidad de una nueva intervención quirúrgica”.
¿Tiene usted simpatía o afinidad hacia el régimen castrista?, se le pregunta al jefe de Cirugía General del Hospital Gregorio Marañón. Y él responde: “Mi conocimiento de Cuba me lleva a la admiración de muchos logros de la sociedad cubana, pero me reservo mi opinión sobre otro tipo de cuestiones políticas”.
García Sabrido se muestra en todo momento muy optimista sobre la evolución clínica de Castro. Quizás esta actitud tenga relación con su personalidad y su carácter: “Soy un hombre constante, duro, austero, del signo Tauro..., y muy optimista”, dice. Al margen de su profesión, es un destacado corredor de maratón –“he corrido 35 maratones”, confiesa con orgullo–, aficionado al buceo y a la equitación, deporte éste al que lo ha inducido su hija Cloe.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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