24.7.06

“La vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser”

Koldo
Rebelión

Europa, la pulcra Europa, la que se tiene por esencia de todas las virtudes, la digna, la democrática, la tolerante Europa, esa que nunca falta a una paz como a una guerra, siempre humanitaria, ejemplo de la casta integridad que pregona y miente, esa que dispone de consejos de sabios y recetas de necios, que hasta cuando levanta la voz sigue en el suelo, dice que si Palestina eligiera a otro gobierno, a ella le sería más fácil cooperar.
Kissinger lo había dicho antes, con respecto a la trama urdida por Estados Unidos para tumbar el legítimo gobierno constitucional de Chile: “no podíamos permitir que un país se volviera comunista por la estupidez de sus votantes”.
Europa, la que se proclama paradigma de los derechos que más pervierte, la que ultraja cuando escupe y cuando besa, también repite que no puede permitir que un país se vuelva “fundamentalista” por la estupidez de los palestinos, y recomienda otro gobierno y presidente para ella cooperar, para cumplir los compromisos asumidos, con Naciones Unidas de por medio, compromisos que incluían el inexcusable respeto a la soberana decisión de un pueblo que, en inobjetables elecciones, hizo valer su voto por el cambio.
Y no entiendo por qué Europa, puesta a sugerir nuevos presidentes, no da directamente un nombre, no instala el gobierno que le cuadre, y todos se ahorran recursos en propaganda, elecciones, conteos, observadores internacionales. ¿Por qué no facilitar las cosas dando el nombre y apellido del candidato idóneo, del correcto?
Europa se merece un tango, y con ese talante fariseo que le viene de lejos y que ya ni disimula, vuelve y lamenta, ante el genocidio israelí en El Líbano, el ataque desmedido de Israel.
Y tampoco entiendo por qué Europa, ya que no lamenta ni condena el ataque, sino su envergadura; ya que no rechaza la agresión, sino que sea desmedida, no facilita alguna definición más precisa sobre el límite entre genocidio y matanza, o entre matanza y batalla, o entre batalla y escaramuza.
¿Cuántos muertos serían los correctos para que el ataque no fuera desmedido? ¿Cincuenta muertos? ¿Doscientos muertos y cien desaparecidos? ¿Quinientos muertos y medio millón de desplazados?
¿Cuántos miles de libaneses deben salir huyendo de sus bombardeadas ciudades para que el ataque israelí pueda definirse como equitativo? ¿Cien mil libaneses? ¿Un millón?
¿Cuántas ciudades destruidas avalarían la tesis de una respuesta comedida? ¿Beirut? ¿Beirut y Sidón?
Europa se merece un tango y confío en que pronto se lo canten, antes o después del de la ONU.
(koldocs@hotmail.com)

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